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Saber utilizar las diferentes herramientas gráficas de las que disponemos en la actualidad es vital para transmitir información de manera efectiva y directa. El mundo de la publicidad conoce muy bien el poder de dichos medios de comunicación, utilizándolos de la mejor manera para exprimir todo su potencial.
Hoy hablamos de los trípticos, un excelente instrumento capaz de transmitir cualquier tipo de información. Integrado, como su nombre indica, por tres hojas, estamos ante un folleto idóneo para presentar información de manera sintetizada, concreta y atractiva.
Los trípticos, aunque muy empleados en publicidad, están al alcance de cualquier persona, pudiéndolos emplear tanto en el ámbito profesional como en el personal. ¿Quieres saber más acerca de los trípticos? Te contamos todo acerca de esta potente herramienta de comunicación.
¿Qué son los trípticos?
Tal y como hemos adelantado al comienzo, los trípticos, en el mundo de la impresión, son folletos informativos cuyo soporte, el papel, está dividido en tres partes.
Etimológicamente, la palabra tríptico, proviene del griego: “tri”, que significa tres, y “ptyche”, que significa doblar. Así, los trípticos son hojas dobladas en tres partes, dando lugar a 6 caras donde desplegar la información o contenido visual que queramos exponer.
La orientación de los trípticos puede ser tanto vertical como horizontal, ofreciendo diferentes composiciones en base a tus necesidades de texto, imágenes, gráficos…Por lo general, podemos distinguir dos tipos de trípticos:
Trípticos artísticos
El concepto tríptico nace vinculado al mundo de la pintura, de la mano del arte cristiano. Este, desplegó la iconografía de sus temas sobre paneles tallados, los cuales se unían mediante bisagras.
El tríptico fue el formato más común de la pintura flamenca durante los siglos XV y XVI, legándonos obras tan famosas como las de los pintores Van Eyck o Weyden.
Al igual que los trípticos en papel actuales, los trípticos en el mundo del arte también se plegaban sobre sí mismos, pudiendo abrirse y cerrarse. Uno de los ejemplos más famosos es el Tríptico del pintor holandés El Bosco: El Jardín de las Delicias.
Este formato artístico se extendió al mundo del papel, dando lugar a los trípticos que manejamos habitualmente, siendo, los más comunes, los siguientes:
Trípticos publicitarios e informativos
Este tipo de trípticos están dotados de una estructura muy bien planteada con la cual transmiten la información de manera eficiente. Estamos ante folletos impresos en una hoja, doblada entre partes, en las que mostramos la información de interés sobre un tema en concreto.
Anuncio de un evento, promoción de un curso, de una exposición, apertura de negocio… Los trípticos incluirán la información necesaria para los usuarios como: lugar, fecha, hora, ubicación y direcciones de contacto. Es una de las herramientas más empleadas, también, en networking, favoreciendo las relaciones ente profesionales de diversos sectores.
Características de los trípticos
Los trípticos cuentan con una serie de características que los convierten en el medio de comunicación tan efectivo que son. Entre ellas, cabe destacar:
Medidas
Los trípticos se elaboran con hojas de papel tamaño folio (DIN A4). En medidas, hablamos de 297 x 210 mm.
Partiendo de esta hoja, doblamos el tríptico en las diferentes páginas que van a integrarlo, obteniendo, como resultado, tres partes idénticas de unas dimensiones de 99 x 210 mm, que serán las seis páginas disponibles para disponer la información.
Estructura
La correcta distribución de la información es clave en la elaboración de los trípticos. Hemos de tener en cuenta que, la portada y contraportada del mismo, se corresponden con las dos caras visibles cuando el tríptico está plegado. Las cuatro páginas restantes, las interiores, desarrollan el tema.
Así, cuando abrimos el tríptico, se despliega el resto de la información. En la segunda página, esto es, el reverso de la portada, suele dedicarse a la introducción de aquello de lo que trata el tríptico. Las siguientes, a esta, las páginas 3 y 4, desarrollan la temática. Por lo que respecta a la página 5, acoge las recomendaciones o las conclusiones.
Tipo de papel
El papel más adecuado para la impresión de folletos desplegados, es decir, dípticos, trípticos o cuadrípticos, es el denominado papel couché o papel estucado.
Se trata de un tipo de papel caracterizado por la brillantez de sus colores y la calidad de las imágenes. ¿La razón? Los poros de este papel son realmente minúsculos, por lo que no absorben la tinta. La impresión queda en la parte superior del papel, ofreciendo excelentes resultados.
Puedes emplearlo mate, para un acabado sin brillos y con menos reflejos de luz, o satinado, para potenciar la viveza de los colores. En el primer caso, obtendrás unos resultados muy elegantes, sin renunciar a la viveza de los colores que, por sí, garantiza el uso de este papel. Por lo que respecta al satinado, el acabado brillante podría reflejar en exceso la luz, por lo que se recomienda en mayor media para las impresiones de gran formato.
Por lo que respecta al gramaje, el de 170gr/m2 es el más empleado para la impresión de trípticos y folletos publicitarios.
Aunque, la elección del papel, dependerá de la impresión que quieras causar. Por ejemplo, a la hora de diseñar trípticos para eventos o ferias de exposición, puedes apostar por un tipo de papel de gramaje 250gr/m2 y un acabado satinado.
Plisado
Existen dos maneras de doblar un tríptico: bien en forma de acordeón, la más frecuente, o bien de manera envolvente, en la que el tríptico queda cerrado a modo de sobre. Lo cierto es que, una u otra depende, en buena medida, de la elección del gramaje del papel.
¿Por qué usar trípticos?
Los trípticos son excelentes medios de comunicación con los que llegar al público o a potenciales clientes.
Por su composición, estamos ante unos folletos de gran ligereza en los que depositar buena cantidad de información. Dotándolos de un diseño, imágenes y texto atractivos, conseguiremos captar la atención de los lectores.
Además, no requieren de una gran inversión, a diferencia de otros medios de comunicación, por lo que constituyen una herramienta tan potente como económica. Todo dependerá del tipo de papel que emplees, así como de la tinta.
Por otro lado, se adaptan a cualquier tipo de finalidad. Ya sea publicitaria, comercial o meramente informativa, la versatilidad de los trípticos permite adaptarlos a nuestras necesidades comunicativas.
Los aspectos más importantes a la hora de diseñar tu tríptico son: qué información quieres transmitir, cómo vas a organizar la información y a quién te vas a dirigir. Se trata de tres factores que determinarán el diseño ideal de tu tríptico.